Tira todo a la basura – bunsen

Una entrada rescatada-recuperada del blog Bunsen (Jorge pinto) con fecha julio 24 de 2013.

Dejé de vivir en casa de mi mamá cuando salí de la ciudad a estudiar la universidad. Tenía 20 años y estaba yo bien tonto (mi banda favorita en esa época era Stereo Total; ahora la escucho y no la soporto). Me llevé dos maletas gigantes que incluían docenas de CDs, DVDs, libros y hasta revistas. En serio. Viajé cargando al menos 10 kilos de revistas de arte
porque en esa época pensaba que las necesitaba para inspirarme y ser un gran dibujante algún día.

(Spoiler: ninguna de esas cosas sucedió.)

Esto fue por ahí del 2005. Fue la época en la que surgieron las redes sociales y cuando se popularizaron los torrents, el RSS, los podcasts, Youtube y Wikipedia. En esos tiempos lo llamamos Web 2.0. Ahora sólo le decimos «web» o, si eres mi tía Fernanda, «el facebook».

Esto significó que mientras yo pasaba horas leyendo todos los artículos existentes de Wikipedia sobre videojuegos y bajando obsesivamente las películas que siempre quise ver, mis discos y revistas empezaron a pudrirse en un rincón de mi clóset.

Viví un par de años muy solitarios al principio. Pasaba 16 horas al día escribiendo, dibujando y viendo películas (el resto del día dormía). Puedo decir con absoluta seguridad que no hice un solo amigo en la universidad. No me arrepiento porque en ese tiempo frente a mi computadora aprendí cosas que hasta la fecha me siguen dando ventajas profesionales, pero no puedo negar que tuvo un costo.

Mi cuarto estaba repleto de ropa, libros, fotos, menús de servicio a domicilio y cajas vacías de todas las cosas que compré durante mi vida de estudiante. Estaba viviendo una vida nueva y sin darme cuenta me había llevado conmigo toda mi vida vieja. Qué desperdicio.

Como dice Ryan Bingham en Up in the Air: cada cosa que cargas en tu mochila te hace más lento. Y entre más lento nos movemos, más rápido morimos. Esto no sólo incluye objetos, sino relaciones personales,
responsabilidades y hasta traumas infantiles. Entre más cargas, más difícil es la vida. Para mí, el costo de vivir bajo una montaña de mi pasado me causó apatía, aburrimiento y hasta culpa. ¿Qué necesidad de arrastrar conmigo toda mi identidad adolescente durante tantos años? Sentía como que ya había entrado a la secundaria y seguía llevando mis juguetes del kinder. Los únicos amigos con los que hablaba eran los mismos que ya tenía antes; hasta seguía enamorado de la misma niña que me gustaba en la prepa. No pasó mucho tiempo para darme cuenta de que estaba hartándome del modo en que vivía mi vida y que tenía que crecer de una buena vez.

En el verano del 2007 me encontré con un libro de David Allen llamado Getting Things Done. Es un sistema de gestión de proyectos, pero no es tan aburrido como suena. GTD me enseñó todo lo que necesitaba sobre ética de trabajo, disciplina y organización. Eso me llevó a conocer el movimiento minimalista, la vida zen y la búsqueda de lo honesto y auténtico. En otras palabras, aprendí a diseñar conscientemente mi vida. Decidí no vivir lo que sea que me cayera encima, sino comprometerme con algo, tomar decisiones y llevarlas a cabo.

Hice un mapa imaginario de todo lo que era y lo que tenía. Cuando vi frente a mí todo lo que cargaba y lo lento que me estaba haciendo, entré en pánico y tomé la que hasta la fecha considero la decisión más grande e importante de mi vida: mandé todo a la chingada.

No sólo tiré o regalé todo lo que no fuera esencial para mi vida diaria, sino que guardé todo lo que había escrito y dibujado en un disco que hasta la fecha no he vuelto a ver. Empecé desde cero y eso me hizo emocionarme más que nunca en mi vida.

Cerré mi viejo blog y pasé meses haciendo un cómic que eventualmente se convertiría en Bunsen. Cuando empecé a hacerlo, sólo sabía que no quería que se pareciera a nada de lo que había hecho antes y eso me dio la motivación para dedicar mi vida completa a ello. El cómic es hasta la fecha mi trabajo principal y medio de supervivencia.

Eso fue hace siete años. Mi vida personal y profesional ha sido mucho mejor desde entonces. Ahora tengo un par de buenos amigos y una familia. Pero desde hace unos meses, por algún motivo, había tenido esa
urgencia otra vez de tirarlo todo a la basura y empezar con algo nuevo.
Pensé desde conseguir empleo en una estación de radio hasta estudiar para convertirme en paramédico. Todo esto es en serio.

Pero no. Quiero demasiado a Bunsen y a mis cómics… y pagan las cuentas, así que mejor ni le muevo. Seguiré publicando como siempre, al menos durante unos años más. Lo más cercano que pude hacer
(además de tirar a la basura muchas cosas la semana pasada) es renovar el sitio para no andar cargando con un sistema y un diseño que hice cuando aún era estudiante y que me estaba pesando y alentando.

Esto originalmente iba a ser una nota rápida donde explicaba el por qué hay una nueva página de Bunsen. No sé de dónde salió todo lo demás. El próximo año voy a cumplir 30 y supongo que es nada más mi crisis del tercio de edad. Rediseñar mis cómics es más barato que comprarme un coche deportivo. Sea cual sea la razón, «abajo lo viejo y arriba el núcleo».

Gracias por haber estado estos cinco años con Bunsen y levanto mi copa por al menos cinco años más. Y al clásico nerd que va a decir que estaba mejor antes: chupa limón. Me rehuso a vivir el resto de mi vida en el 2007 y tú deberías también.

Con amor y loca pasión,

Jorge Pinto.

PD. Ah, lo que iba a decir originalmente: Ya se puede buscar Bunsen por personaje, temática, saga o popularidad. Pueden usar la barra buscadora, las etiquetas o mejor aún, entrar a la página de Índice.

También el sitio es ahora compatible con todo tipo de dispositivo móvil. Menos en Blackberry. ¿Quién tiene un Blackberry? En serio, tiren eso.

link original http://www.bunsencomics.com/comics/2013/5/17/tira-todo-a-la-basura